Avellanas ?! Pralin...praliné...

En el espacio de unas semanas, mi despensa se ha visto engordada de productos de la huerta por parte de vecinos y amigos. Suerte la mía pensareis, y no me quejo,  pero no sé muy bien si es debido a los aromas que desprende mi rellano o a la amabilidad que me personifica, jajjaja !! Total que entre, las calabazas, los tomates y las avellanas se me acumula la faena. Y como manda el titulo del post hoy es el turno de las avellanas que me regalo Rosa Mª a raíz de un comentario que hice sobre mi infancia cuando paseaba por los bosques con mi madre y recogía avellanas. Puede que ahora cuando paseo por los bosques estoy más por las setas que las avellanas o puede que por mi zona no hay avellano pero desde pequeña que no he vuelto a comer avellanas frescas.
Dicho y hecho, al día siguiente el "churri" aparecía en casa con una saca de avellanas del jardín de esa buena amiga y después de comer unas cuantas decidí que lo mejor era convertirlas en algo más duradero y placentero como, un buen praliné.

Ya sé que hoy en día podemos encontrar praliné de avellana en pasta pero es tan sencillo de hacer que no vale la pena resistirse y si además antes de llegar a su destino final pasamos por la etapa de un delicioso pralin que podremos utilizar para aromatizar unos maravillosos cookies, la resistencia se hace aún menor. El praliné se puede realizar unicamente con avellanas, almendras o los dos juntos, una vez obtenido nos servirá de base para muchos postres o relleno de bombones, mmmm !!

Pralin - Praliné.

Ingredientes :

- 200 grs de azúcar.
- 200 grs de frutos secos (en mi caso avellanas).

Precalentar el horno a 170ºC. Colocar las avellanas en una fuente y dejarlas unos 10 minutos al fin de tostarlas y quitar el máximo de su piel. Poner los frutos secos y el azúcar en una paella a fuego medio y dejar fundir el azúcar a punto de caramelo sin dejar de remover. En un principio el azúcar cristalizara de nuevo, seguir mezclando hasta que vuelva a fundir y se caramelicé. No lo dejéis demasiado tiempo ya que amarga. Quitar del fuego y verter sobre un "silpat", sobre una mesa de mármol untada con un poco de aceite o un papel de horno. Dejar enfriar hasta su solidificación completa. Romper en trozos y colocar en el mixer, triturar a velocidad media y intermitente, en primer lugar se conseguirá un polvo : el pralin.

 
Podéis reservar una parte y seguir triturando, poco a poco el polvo cogerá humedad y se convertirá en : praliné. Yo de momento me he quedado con el pralin que me chifla.