Parece mentira que todavía no tuviera el Paris-Brest en el blog pero debo de reconocer que en mi casa el tema foto siempre resulta complicado y acabo cogiendo el móvil, sin attrezo, sin luz adecuada, sin pensar.
El París-Brest es todo un clásico de la cocina francesa y uno de mis pasteles preferidos, supongo que por su aporte de praliné.
En su origen tenia visualmente forma de rueda de bicicleta en homenaje a la carrera ciclista con el mismo nombre para la cual fue creado.
He probado varias recetas pero tengo debilidad por la del gran pastelero Philippe Conticini que os recreo a continuación.