El domingo pasado me levanté temprano dispuesta a hacer una brioche parisina suave y mantequillosa (no apta para colesterol) al fin de recordar mis años pasados en Francia. La noche anterior recordé sacar un trozo de levadura fresca del congelador pensando que era lo único que me faltaba para su elaboración. Me hice mi cafécito y saque los utensilios necesarios armada de mi chuleta. La balanza en marcha, el bol encima, la tara quitada, abro el armario para coger el bote de harina, ups que poco queda, no pasa nada, seguro que hay en la despensa....a ver, harina de fuerza, harina de fuerza, más harina de fuerza, MI...., no puede ser, que desastre. Uff llueve, todo el mundo duerme, ahora que, me visto y voy a comprar harina, que pereza. Mejor me tomo mi día de descanso libre de cocina, me hago el segundo café y me apalanco un rato delante del ordenador. Dicho y hecho pero la verdad estaba un poco contrariada hasta que abrí el Blogger al fin de repasar vuestras ultimas recetas, y ahí estaba, de la mano de José que desde luego siempre nos deleita con unas maravillosas recetas acompañadas de historias entrañables. Pensé, porque no, mi despensa esta a rebozar de harina de fuerza y la levadura a punto, tan solo me faltaba cambiar la chuleta.
Esta claro que la torta de José esta mucho más guapa, dorada, jugosa, perfecta... Quién sabe, el horno, la humedad, calidad de la harina...jajajja, todo excusas, pero la verdad es que nos encanto.
Opté por hacer 2 pequeñas y la primera voló con la salsa del conejo con trompetas de la muerte y alcachofas del mediodía. En cuanto a la segunda más rechoncha por no amasarla tanto se fue en bocadillos para el día siguiente. Y el mejor regalo fue cuando el pre-adolescente volvió del insti diciendo que su bocata era buenísimo.
Aquí os dejado la receta y las explicaciones de José.
Laura, excelentes la tuya y la de Jose, bss
ResponderEliminarPero Laura, qué dices? pero si la tuya tiene precisamente el aspecto original, el que yo hubiera querido para mi torta!!!. Te felicito enormemente porque te ha salido magníficamente bien. Lo que me hace feliz es que os haya gustado, yo suelo hacerla en casa todos los sábados, y fíjate que siendo la misma harina, agua y horno, cada sábado me sale distinta. Son los caprichos de la panadería. Un beso enorme y muchas gracias corazón.
ResponderEliminarGracias Marga, guapaaaa. Besitos.
ResponderEliminarJajjaja, José, es lo que pensé, la mía se parece más a estas que veo en los colmados marroquíes pero la tuya es más bonita. No desisto de volver a hacerla. Beso.
jajaja! a mi tb me ha pasado eso alguna vez y da una rabia!!!
ResponderEliminarde todos modos la torta tiene una pinta buenísima!!!
Cosas de Laura's, jajjajaja !!
ResponderEliminarjosé y ahora tú, madre mía que deliciosa tentación! un besazo
ResponderEliminarLa verdad es que si, me encanto. Bicos.
EliminarHe visto las dos y las dos son estupendas, así que en vez de una brioche, hiciste una torta, que también está muy rica.
ResponderEliminarBesos
Jorge.
A falta de brioche, 2 tortas son buenas, jajjajaj. Beso.
EliminarA mi tambien me ha pasado lo de encontrarme que me falta algun ingrediente un domingo y tener que abortar la receta.La verdad es que la opcion de la torta fue muy buena,seguro que estaba buenisima.
ResponderEliminarBesicos.
Buena, buenísima. Me encanta que estés por aquí otra vez. Un beso.
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