Un padrino muy especial.

Hace un par de semanas el mejor amigo de mi hijo llamo a la puerta para hablar de negocio conmigo. Su tía le ha hecho padrino de su primita de un año y eso para un chaval de 11 años es una gran responsabilidad. Ahora llegaba la hora del bautizo y quería hacer algo muy especial. Desde aquel día que se quedo en casa mientras yo hacia ese pastel...

 

...soñaba con algo por el estilo pero más apropiado a su preciosa prima. Le explique que ese había sido el ultimo pastel fondant de la temporada debido a la calor y que aunque hubiese sido un regalo precioso me parecía más divertido una galletas personalizadas con el nombre de la niña y que así la familia se las pudiera quedar de recuerdo (si no se las comían, claro!!). Al principio hizo una mueca de pocos amigos pero después de enseñarle varias webs de las maestras galletinas (explicándole que las mías no serian tan perfectas) y recordarle cuanto le habían gustado las de navidad, se le ilumino la cara y asentó. Después de debatir sobre los modelos, colores (nada de rosa) y envoltorio, llego la gran pregunta..."Cuanto me va a costar ?", a la cual conteste "tu no te preocupes, eso si,  necesito toda tu colaboración". Esta vez lo tenia todo más o menos controlado, tal día la masa, tal día las galletas y la "maldita" glasa, al otro perfilar y rellenar y después del secado rematar los detalles. De la parte logística se encargaba el churri, al principio con malas ondas, lo habíamos liado con una cosa que nunca había hecho...las etiquetas. Y por muchos esfuerzos que hiciese (con broncas de por medio), la impresora dijo nanaï y tuvimos que recorrer 2 días antes a medios exteriores. Menos mal todo quedo en un susto y tampoco quedo tan mal. A vosotr@s que os parece !!

Seis !!

Unas cuantas más !!

Las 70 empaquetadas y esperando "El Padrino".